ANECDOTARIO DEL INDER

EL INdeR 4

ANECDOTARIO DEL INDER

1 - Reunión con el Gerente General

Cuando solicité que me dieran el pase a un departamento comercial me llamó a su despacho el señor Act. Don Heriberto Enrique Lauinger, gerente general del INdeR y una eminencia tanto personal como profesionalmente, en esos tiempos el respeto era algo inherente a todos nosotros, por tanto tener que ir a su despacho era algo que me cohibía, claro no podía decir que no y allí estuve a la hora señalada.

Comenzamos charlando sobre mi y lo que había hecho, y cuando me pregunta el motivo de mi pedido de traslado le digo que quería aprender la tarea técnica que realmente llevaba a cabo el INdeR. Sonrió bonachonamente, como si fuera mi abuelo y me preguntó, jugás a la quiniela?

No señor… Ah… pero sabés como es la base del juego? Si, claro, se juega a un número y si sale le pagan el premio…

Muy bien, aquí hacemos lo mismo, atomizamos el riesgo, mirá, vos vas al quinielero y le pedís jugar cien pesos a un número, cualquiera sea, él toma la apuesta pero sabe que, si sale tu número, no tiene el capital para pagarte, por tanto se queda, por ejemplo, con cinco pesos y llama a alguien que tiene más dinero que él y le pregunta si quiere participar de tu jugada, el señor le dice que sí, entonces él le envía los noventa y cinco pesos de tu apuesta. Este segundo señor, que la tiene clara dice, yo puedo pagar el premio de una apuesta de hasta sesenta pesos, no más, así que llama a otro tercer señor que tiene mucho capital también y le ofrece los restantes treinta y cinco pesos.

A todo esto para vos, si sale tu número (el siniestro) el que te va a pagar es tu quinielero (compañía de seguros), pero en realidad lo que se ha hecho es distribuir, compartir o reasegurar tu apuesta (suma asegurada) eso hace el INdeR.

Ahora bien, si la apuesta (suma asegurada) es muy grande o es un riesgo peligroso, por ejemplo una refinería de petróleo, el INdeR, también prefiere tomar solo una parte, por lo que le pasa parte de la apuesta (suma asegurada) a otro reasegurador generalmente del exterior (retrocesionario) y eso es todo mi querido Jorge.

Ahora si después de esta explicación, querés ir a Robo y Riesgos Varios, con todo gusto te daré el pase.

(Quizá los jóvenes no entiendan el concepto de la quiniela pero en los viejos tiempos era un juego privatizado e ilegal que luego se estatizó y legalizó, preguntar a los veteranos)

2 - Arturo Bonino y el Dr. Esteban Righi

Cuando hablo de compañerismo y solidaridad no puedo dejar de recordar y agradecer a la inmensa y desinteresada ayuda que me proporcionó, Arturo Bonino, del departamento Incendio. Arturo, enterado por Oscar Esteban de la detención de mi padre en la cárcel de Olmos, me llamó, escuchó mi historia o mejor dicho la de mi padre y se puso a mi disposición.

Gracias a Bonino, el 23 de mayo de 1973, fuí hasta el Ministerio del Interior. Llegué y pregunté por el Dr. Righi, por supuesto yo no sabía quién era.

Me indican un despacho, se abre la puerta, el propio Dr Esteban Righi, que sería el nuevo ministro del Interior, me atiende personalmente, me presentó a varios funcionarios quienes me recibieron y me hicieron solo una pregunta: …che pibe tu viejo es de los nuestros o del erp? No señor, mi papá es peronista, como Ustedes.... Muy bien, dijo alguien, esta noche o mañana a la noche lo vas a tener en tu casa, porque tenemos que redactar el decreto y lo vamos a mantener abierto hasta último momento.

Nunca olvidaré al Dr. Righi, por su sencillez, su afabilidad y por haberme atendido personalmente con mucha delicadeza y comprensión.

Gracias a Oscar Esteban, Arturo Bonino y a mi tío Américo, quién también hizo ingentes gestiones para su liberación, el 25 de mayo de 1973, mi papá logró su tan ansiada libertad.

Al margen de los hechos políticos, puedo decir que fui partícipe directo de una
jornada que quedó en la historia de la República Argentina.

3 – HAY EQUIPO

El INdeR participaba del campeonato de futbol, que en aquellos viejos y tan queridos tiempos organizaba la ADISYC (Asociación Deportiva Inter Seguros y Capitalización), con el tiempo fue absorbida como correspondía por el Sindicato del Seguro. Jugábamos muy temprano, porque estábamos en la Primera C, y algunas de las canchas que fuimos fueron la del Club San Telmo (lindando con la Villa Tranquila en la Isla Maciel), La Bernalesa (esta nos tocó varias veces porque éramos muy troncos y no hacíamos política dentro de ADISYC) Lo que era llegar a las 07.30 horas a Bernal en el mes de junio y julio, que amor a la pelota por Dios. También jugamos en J.J.Urquiza y creo que en la del Docke también. Lamentablemente solo me quedó esta foto,

Seguro me olvido de algunos nombres pero ese día la formación fue: D.T. Bruno, Antonio Bargados, Julio Nocioni (el crack), Juan Carlos Terraciano, Lozzio, Costa y Fernandez (gran jugador de tenis). Agachados: Gonzalez, Osvaldo Castagna, Lorenzo Valerga, Carlos Marzoratti y este servidor.

Recuerdo un sábado por la mañana temprano, en invierno, jugábamos en San Telmo, ahí nomás, en el medio de  Villa Tranquila, contra nuestro tradicional rival RUTA Cooperativa de Seguros.   Eran nuestros más acérrimos rivales porque estaban a la vuelta del edificio del INdeR, sobre la calle Moreno, frente a una inmensa concesionaria FORD, Claudio Fernandez S.A., hoy garaje.

RUTA tenía entre sus jugadores a un grande del C.A.LANUS, el “Nene” Guidi, un jugador inmenso por como jugaba y por lo alto que era, su posición era centre half (centrejas decía mi papá).   Guidi jugaba para RUTA, porque ya se había retirado del futbol y era productor de seguros, actividad que según el reglamento de ADISYC le permitía formar parte del equipo de una compañía.

El partido iba bien, empatábamos cero a cero y justo me hacen un foul  muy cerca del área grande en diagonal al arco sobre la derecha.  Ellos formaron la barrera y Guidi se coloca al inicio de la misma, en la izquierda.   Pirincho Terry, gran jugador, hincha de Velez,  me dice por lo bajo, si Guidi se agacha, es gol porque la voy a poner por ahí y el arquero no llega.     En esos tiempos yo veía mucho futbol y había aprendido algunas mañas del Estudiantes de La Plata de Osvaldo Zubeldía, por tanto le digo a Pirincho, patea tranquilo, yo lo hago agachar.   Y así fue, cuando Terry casí le está llegando a la pelota, le pego un pisotón en la puntita del pié,   Guidi se agachó, la pelota pasó y goooool!!!.

El referi no vió el pisotón, Guidi me empezó a correr, me quería matar, por suerte me puse detrás del referí y yo le decía que me quería pegar.   El referí habló con él y yo escuchaba lo indignado que estaba, no era por el pisotón, sino porque un pibe de 18 años hizo que se agachara e conquistáramos el ansiado gol.

El partido terminó 1 a 1, Guidi hizo el gol de ellos, de cabeza tras  un corner y yo me fui a los vestuarios medio escondiéndome porque pensaba, este me viene a buscar y me mata.  Nada que ver, fue un caballero, vino al vestuario me preguntó como me llamaba, me dijo si sabía quien era, por supuesto le dije, entonces me felicitó y me dijo: …”lo que vos hiciste se está haciendo normal en el futbol de hoy y si esto prevalece el futbol se muere pibe…”.  Me dio un abrazo, para mí inolvidable, y se fue.

Nunca más lo ví, pero siempre lo recuerdo.  Tenía un cliente en Lanús y para llegar a su fábrica debía tomar por la calle Héctor Guidi y solo de ir por esa calle, me sentía orgulloso y muy emocionado de haber podido jugar contra ese gran jugador y grandísimo hombre del Club Atlético Lanús y también de la Selección Nacional Argentina.

Hubo otro ex-jugador contra el que jugamos, también en RUTA,  uno que jugó en San Lorenzo y en Boca, pero no merece que lo mencione,  mala persona, busca roña y  tramposo.